Terapéuticos o lúdicos, destinos ideales para el invierno, como las renovadas termas de Colón
1 Colón. Frente al río Uruguay
La Argentina no tiene mares tropicales, pero tiene termas en Entre Ríos. Nacieron como centros de los de antes y fueron destinados en un primer tiempo a curistas que venían a aliviar algunas dolencias. Pero últimamente se reconvirtieron casi todas -por lo menos las que bordean el río Uruguay- en centros de diversión. Las termas de Colón fueron entre las últimas en transformarse pero lo hicieron a lo grande. Al costado de las piletas tradicionales con aguas termales, hay otras tres con toboganes, incluyendo un doble rulo de casi diez metros de altura.
Como en las demás localidades a orillas del Uruguay, esas aguas son captadas en el Acuífero Guaraní, y vienen con varias propiedades que las hacen recomendables para calmar reumas y problemas respiratorios y para cuidar la textura de la piel. Al margen de sus termas, Colón es un destino multifacético con salidas embarcadas sobre el río Uruguay, avistaje de aves, visitas de monumentos históricos del tiempo de la colonia «gringa», degustaciones de vinos en una bodega y búsqueda de piedras semi preciosas (sobre todo ágatas) a orillas del río.
El complejo termal abre todos los días de 9 a 20.30. El parque acuático tiene 9 toboganes. Son 13 piletas en total, de distintas profundidades y tamaños, con agua dulce de entre 32° C y 40° C. Nueve están al aire libre. El parque acuático tiene 9 toboganes. La entrada cuesta $ 400 por persona y $ 120 para niños de 2 a 10 años. Hay descuentos para jubilados y residentes. El estacionamiento está incluido en la tarifa. El predio termal tiene un restaurante, kiosco, vestuario y enfermería. www.termascolon.gov.ar
2 Villa Elisa. Una pileta con olas
Cerca de Colón y San José, pero del otro lado de la autovía 14, esta pequeña localidad rural también apostó al turismo termal. Fue fundada a fines del siglo XIX y poblada por colonos europeos. Sus termas están dentro de un predio de 41 hectáreas que cuenta con todos los servicios: alojamiento y restauración incluidos. Hay una decena de piletas, parte cubiertas y parte al aire libre.
El agua brota desde una perforación de mil metros de profundidad, a una temperatura de 40ª C. La pileta preferida por grandes y chicos es la de olas, la primera que hubo en la región. No funciona en ciertas fechas del invierno. Las termas están al lado de una laguna preparada para pesca y actividades náuticas. En otra parte del predio hay un spa, un campo de golf de 9 hoyos, canchas de tenis y senderos para caminar o pasear en bici.
Fuera del complejo, el principal atractivo local es una colosal estatua de más de 12 metros de altura, en la plaza central. Representa un sembrador y homenajea a los colonos que pusieron en valor los campos de la zona. Desde la estación, un tren sale esporádicamente en ciertas fechas del año para llevar a pasajeros hasta el Palacio San José.
El complejo termal abre todo el año de 8 a 21. Hay varias opciones de alojamiento: en carpa, en bungalows o en hotel. El predio tiene dos restaurantes. Una de las piletas recreativas tiene varios juegos y chorros de agua para los más chicos (cierra durante el invierno). La entrada cuesta $ 660 por persona y $ 420 para niños de 2 a 10 años. Hay descuentos para jubilados. La estadía para un auto es de $ 100 por día. www.termasvillaelisa.com
3 Gualeguaychú. Dos complejos
La ciudad tiene dos pequeños centros termales. Las Termas del Guaychú está al borde de la ruta 14 mientras que las Termas del Gualeguaychú están en Pueblo Belgrano, más cerca del centro. Las primeras atrapan las miradas en verano, con sus toboganes, bien visibles desde la ruta. Este sector no funciona durante el invierno y las termas son limitadas a un par de piletas. Pero siguen funcionando el spa y se realizan varias actividades en el agua. También se arman caminatas interpretativas por los bosques en galería de la reserva natural del predio.
Las otras termas están entre los ríos Gualeguaychú y Uruguay, Ahí también el parque acuático está cerrado durante el invierno. Quedan entonces las piletas termales cubiertas y las que están al aire libre, dentro de un predio equipado para pasar el día (se autoriza el ingreso con alimentos y bebidas). Además de las termas, desde hace un par de meses la otra gran atracción de la ciudad es el flamante Museo del Carnaval.
Desde mayo recrea la historia del festejo, dentro de edificios ferroviarios reacondicionados, al costado del Corsódromo. Hay mucha información sobre paneles y por supuesto se exhiben trajes y accesorios que muestran la evolución de la fiesta a lo largo de las épocas.
Las Termas del Guaychú abren todos los días. Se puede acceder sin tener que alojarse en los bungalows del predio. El pase diario cuesta $ 400 por persona. Los niños de 2 a 10 años abonan $ 250. Hay descuentos para jubilados y residentes. http://termasdelguaychu.com.ar
Las Termas del Gualeguaychú abren todos los días de 9 a 21. La entrada cuesta
$ 360 por personas los fines de semana y feriados; $ 300 para los menores de 5 a 9 años. Desde el sitio se descarga un formulario para una promo de 3×4. http://gualeguaychutermal.com.ar
4 Concordia. Las aguas del Principito
Las Termas del Ayuí están sobre una península que avanza en el lago formado por la represa binacional de Salto Grande, sobre el río Uruguay. Se accede desde la ruta que une ambos países y pasa por encima de la pared de contención del dique.
Las piletas de este complejo están rodeadas por un bosque de grandes eucaliptos y de pinos. Tiene dos partes bien distintas: las termas clásicas con sus piletas de aguas de entre 37 y 43º C, con sillones de hidromasajes y baños con burbujas; y el parque acuático con un tobogán recto de 14,50 metros de altura y algunos otros más tranquilos. Como en los parques de diversión acuática, hay un río lento, para dejarse arrastrar por la corriente, flotando sobre gomones y un sector de juegos para los más chicos.
El complejo tiene también un centro de interpretación termal donde se proyecta un video sobre la importancia del Acuífero Guaraní y sobre la naturaleza de la región. Al lado de las piletas hay un circuito de arborismo. El principal atractivo local es el parque San Carlos, donde se visitan las ruinas de un «castillo». Se trata de una mansión construida a principios del siglo XX. Es donde el autor del Principito, Antoine de Saint-Exupéry encontró la inspiración para libro. Llegó a la zona al aterrizar de emergencia y fue recibido por una familia francesa que vivía en aquella casona.
Las Termas del Ayuí abren todos los días de 9 a 19. La entrada cuesta $ 220 por persona; $ 120 para menores de 4 a 12 años y jubilados. Hay descuentos para residentes. Se programan actividades de aquagym los fines de semana. El parque acuático abre de martes a domingo y los feriados. La entrada cuesta $ 1000 por persona. El circuito de arborismo sale $ 200. Los clientes de las termas tienen descuentos. www.concordia.gob.ar
5- San José. Las pioneras
San José fue el primer pueblo fundado por los colonos suizos, piemonteses y saboyanos en las tierras que les habían sido cedidas por el general Urquiza. Colón era el puerto desde donde enviaban el fruto de sus cosechas hacia Buenos Aires y al final de la historia se convirtió en la principal localidad de la región. En San José se conserva el recuerdo de los colonos en un museo, bien documentado y muy moderno.
Quedan varios vestigios históricos como el Molino Forclaz y la Granja de la Administración, donde funcionó el primer registro civil del país, un hábito importado por los colonos y adoptado luego en el resto del país. Las termas de San José son de las más chicas de la provincia pero fueron pioneras en el movimiento de reconversión hacia la recreación y la diversión. Su pileta con toboganes y juegos fue una de las primeras del corredor del río Uruguay.
El resto del complejo está compuesto por varias piscinas de uso pasivo y recreativo. Muy cerca de las termas hay un museo de campo con la mayor colección de piedras semipreciosas de la región, una plantación de nuez pecan que produce varios derivados (desde frutas secas hasta cosméticos) y no hay que perderse la visita de Liebig, un pueblo-factoría construido entorno de uno de los mayores frigoríficos que tuvo el país durante el siglo XX.
Las Termas de San José abren todos los días de 9 a 19 y los sábados hasta las 20. La entrada cuesta $ 400 por persona y $ 120 para menores de 2 a 10 años. Hay descuentos para jubilados y residentes. El predio cuenta con un spa, emergencias medicas y un servicio de restauración. El Museo Histórico Regional abre de martes a domingo de 9 a 12 y de 15 a 18. La entrada cuesta $ 20 por persona. www.termassanjose.comPor: