La punta «Popper» es una figura geográfica del territorio de Río Grande. Allí se ubica una reserva en la que es posible descubrir la sorprendente vida de los pingüinos, entre otras aves. Alternativas, gastronomía y paseos para sumar en la ciudad.
La Reserva Natural Urbana «Punta Popper» se ubica en la ciudad fueguina de Río Grande. Es un área protegida que integra la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, entre las que se encuentran becasas de mar, playeros rojizos y playeritos rabadilla blanca.
Son animales migratorios que pasan el invierno boreal desplazándose hacia el verano austral. Además, es zona de nidificación de la bandurria austral, el cauquén común, el halcón peregrino y el chorlito doble collar.
La punta «Popper» es un accidente geográfico del mar Argentino, en el nordeste de la provincia de Tierra del Fuego. Abarca 1,23 ha de superficie y presenta costas bajas, arenosas y limosas, con abundantes cantos rodados y notables amplitudes de marea.
Se trata de un área de amplio valor escénico y ambiental en la que confluyen la cuenca del río Grande con la costa atlántica. Debido a ello, el espacio ofrece oportunidades de investigación, educación, capacitación y por supuesto, exploración.
Todos los encantos de este humedal atlántico se pueden descubrir a pie. Las estrellas del espacio son los pingüinos penacho amarillo, los de Magallanes y los petreles gigantes. Sus ejemplares se desplazan por las aguas de la reserva durante la temporada reproductiva.
Para observarlos, Punta Popper cuenta con un sendero de avistaje. Además, el camino finaliza en un mirador que ofrece panorámicas del estuario de Río Grande. Otro diferencial del área es que se halla unida al centro de la ciudad por el puente General Mosconi.
Naturaleza y ciudad
La proximidad del casco céntrico representa una ventaja para los visitantes de la reserva, quienes pueden disfrutar de una recorrida combinada entre espacios naturales y atractivos urbanos como restaurantes y paseos de compras, además de otros lugares de interés.
A sólo cinco km, sobre Rosales 446, se accede al Duty Free Shop «Atlántico Sur». Es una tienda libre de impuestos que ofrece productos de primeras marcas internacionales en rubros como electrónica, juguetería, perfumería, bebidas y comestibles. Se pueden abonar con tarjeta Previaje.
En las cercanías también se ubica un circuito gastronómico con paradas de renombre como «Tante Sara», que está cargo de una familia dedicada a la cocina desde hace más de 40 años. Como plus, desde las ventanas del restaurante resulta visible Punta Popper.
Sus distintivos son las hamburguesas y sándwiches, así como los alfajores y tortas de su menú dulce. Por otro lado, a siete km de la reserva se sitúa el restobar «Puente Viejo», que fabrica cerveza artesanal y destaca por su picada casera.
En tanto, «Don Peppone» ofrece sus clásicas pizzas, opciones de pescado como rape, estofados y laing, que es un colorido plato de origen filipino. Se halla a sólo 5 km del área protegida y próximo al Museo «Virginia Choquintel».
Choquintel fue una descendiente del pueblo originario selk’nam. El museo en su honor propone conocer sobre las raíces, paisajes, flora y fauna fueguinas. En sus salas se expone información sobre la historia local, sus industrias y comunicaciones. Se sitúa en Alberdi 555.
Un poco más lejos, a 15 km de Punta Popper y doce del centro de Río Grande, se ubica la Misión Salesiana «Nuestra Señora de la Candelaria». Se pueden recorrer su capilla, invernadero, cementerio histórico y un centro en el que se elaboran dulces y quesos.
Otra de sus atracciones es el Museo Monseñor Fagnano, que presenta una réplica de las chozas que utilizaban los selk’nam. También hay maquinarias, carretas y otros elementos de la vida tradicional del establecimiento.
Por último, a 21 km de la reserva se sitúa Cabo Domingo, un acantilado de 100 metros de altura sobre la costa atlántica. Por ello, es una alternativa ideal a Punta Popper para observar el atardecer, el movimiento de las olas y las aves que surcan los mares del sur.