El hotel fue fundado en 1880, el 1 de abril, por Antonio Palau. Inició con una precaria edificación de casillas de madera cerca de las fuentes, naciendo así el primer pabellón de baños termales en Sudamérica.
Rosario de la Frontera, un lugar beneficiado por la naturaleza, cuenta con uno de los hoteles más reconocidos por albergar nueve tipos de aguas termales rodeado de serranías y yungas.
Una construcción histórica que se ubica en un lugar estratégico, a escasos metros de la serranía La Candelaria, donde una falla natural provee de nueve tipos de aguas termales y un pasaje encantador.
La tierra recibe el agua de las lluvias, la cual es absorbida a gran profundidad con un gradiente térmico importante en grados por las capas de magma. “Las temperaturas vienen dadas por las características de esa absorción, cuando vuelve a brotar, se impregna de los minerales de rocas que están a su paso, dándole características particulares”.
Más adelante se construyeron las primeras piletas y el primitivo hotel que se llamó “Martín Garcia”, contando con un total de 800 hectáreas.
El lugar, albergó a visitantes de todas partes del mundo, también a personas ilustres como el Presidente Domingo Faustino Sarmiento, José Felix Uriburu, Bartolomé Mitre, Nicolás Avellaneda, Hipólito Irigoyen; poetas como Belisario Roldán y Arturo Capdevila, entre otros.
Sin dudas se trata de un lugar ideal para descansar, compartir y disfrutar.