Termas de Chajari, las aguas cloruradas debidamente administradas se comportan como estimulantes de multiples funciones orgánicas, aunque tal comportamiento no es de fácil justificación si se considera que la utilización preferente de esta agua es en aplicaciones tópicas y, como es generalmente admitido, la absorción a través de la piel es siempre dificil y aunque pueda producirse es siempre muy limtado.
Como ya se ha destacado, las aguas cloruradas se utilizan principalmente en aplicaciones locales, pero también son administrables por via oral, en particular las aguas de baja mineralización o en otras aguas debidamente diluídas.
Las acciones ejercidas por las temperaturas de las aguas aplicadas tópicamente, con importantes, ya que por ejemplo los baños a 30º – 34º C, son estimulantes, mejorador de la circulación de los órganos internos y activadores de los cambios metabólicos, además de efectos directos vasocontrictores; los baños entre 35º – 37º C.
Son más bien sedantes y a temperaturas más elevadas, revulsivos y resolutivos, pudiendo combatir las contracciones y la hipertonía muscular.
Los sectores de Jacuzzi oscilan de 1,40 m los ubicados en laterales y 1,70 m los centrales de las piscinas.
Las piletas para los chicos es de 0,60 m de profundidad, y la de las piscinas es de 1,20 m y llegan hasta 1,90 m.
Las piscinas tienen un regimen de limpieza que va de dos o tres dias a la semana.
Por su mineralización las aguas cloruradas pueden ejercer efectos diversos sobre el organismo y así, sobre la piel, las hipertónicas actúan como antiflogisicas y antinflamatorias comportandose como ligeramente desinfectantes, y por su elevada mineralización determinan cambios osmóticos y de cargas celulares en los tejidos en los germenes con los que puedan contactar.